Flower

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Saturday, June 25, 2016

Tributo a mi Papá


Primeramente quiero darle las gracias a todos, de parte de mi mamá, de mi esposo, mis hijos y de parte mía por estar presente en este día con nosotros. La cantidad de personas que fueron anoche a la funeraria, que han llamado, y que nos han enviado mensajes es un testamento al hombre que fue mi papá. Los que lo conocían bien, saben que él era un hombre de un gran corazón. Era amable, bondadoso y honrado. Él amaba sin límites y era un hombre de grandes valores y convicciones. Cuando nos fuimos de Cuba, él decidió que hasta que Cuba fuese libre él no iba a comer carne los viernes en sacrificio por los cubanos que quedaron atrás. Jamás volvió a comer carne los viernes y desafortunadamente se marchó sin ver su sueño de una Cuba libre hecho realidad. Mi papá era un hombre de una paciencia infinita. Tenía tanta paciencia que los que no hemos sido dotados de esa virtud, perdíamos la paciencia con él. Recuerdo cuando yo era jovencita, si yo tenía una fiesta por ejemplo a las 8, yo le decía que la fiesta era a las 7 para poder llegar a tiempo. Cuando salíamos de la casa, chequeaba todas las puertas 2 y 3 veces. Al parquear, le daba dos vueltas al carro para asegurarse que todas las puertas y ventanas estaban bien cerradas. Mi mamá le decía que si un ladrón andaba cerca se iba a pensar que tenía un tesoro dentro del carro y con más razón iba a forzar la puerta. Pero así era mi papá, no se inmutaba por nada. Y en este mundo que todos siempre estamos corriendo, podemos aprender mucho de él. El mundo podía ir de prisa, pero mi papá iba a su paso sin que nadie ni nada le agitase.

Mi papá no tenía vicios. No fumaba, no tomaba alcohol, no jugaba... El único vicio que yo le conocí fue mi mamá. Mi mamá era el centro de su universo. Simplemente, la adoraba. En estos días he oído muchos testimonios sobre ese amor. Uno de ellos me lo dio Magaly, una de las compañeras de playa de mi mamá que me contaba sobre un crucero que habían ido juntos, todas las ¨muchachitas¨ de la playa (como él se refería a ellas) y mi papá. El solo acompañado de nueve damas. En ese crucero, mi mamá se sentó en el casino a jugarse unas monedas y él se sentó al lado de ella a cuidarla. Y no me extraña pues él la cuidaba como si fuera una piedra preciosa, pues para él, ella lo era. Estos últimos tres años fueron muy duros para él. Ya perdí la cuenta de cuantas veces estuvo en el hospital. Hace tres años estuvo a punto de perder una pierna, y cuando se lo dijimos lo primero que dijo fue ¨lo siento por tu mamá.¨ El pensaba en ella antes de pensar en él mismo. Su gran preocupación era no convertirse en una carga para mi mamá. En una de las muchas intervenciones quirúrgicas que tuvo, cuando despertó de la anestesia, medio confundido, empezó a mirar sus alrededores con la vista y cuando vio a mi mamá, su cara se iluminó con una gran sonrisa. Ella le preguntó, por qué estás tan sonriente, y él le contestó, porque tenía miedo de que tal vez no iba a volver a verte. El lucho con todas sus fuerzas contra el Cancer que le diagnosticaron hace dos años, contra la diabetis que lo iba consumiendo poco a poco y contra todos los achaques que le fueron cayendo uno tras otro. Mi esposo Rafael decía que mi papá tenía más vidas que un gato pues en varias ocasiones pensamos que se nos iba, pero yo estoy convencida que la razón de su existencia era lo que lo mantenía en pie, pues el mayor miedo de él era dejar sola a mi mamá. Pero papi, no te preocupes. Mami nos tiene a nosotros y mucha gente que la quiere, así que sola nunca va a estar. Aparte, no me queda la menor duda de que él la va a seguir cuidando desde el cielo.

Mi papá aparte de ser un gran esposo fue un padre excepcional. Era súper estricto pero encontró el balance perfecto entre la disciplina y el amor. Jamás me puso una mano encima y nunca me gritó, pero cuando me castigaba, el castigo no me lo quitaba nadie. Si me castigaba por una semana, no importaba si me invitaban al evento del año. Me podía llegar una invitación para el cumpleaños de las princesas de España, y no hubiese podido ir. El era firme en su palabra y no había quien lo convenciera de que me cortase el castigo antes de tiempo. Pero yo hoy soy lo que soy gracias a esta mezcla de amor y disciplina. Aunque era estricto, nunca dudé de su amor hacia mí. Yo sé que él me adoraba y estaba súper orgulloso de mi. Y muchas personas me lo han dicho en estos días. Recuerdo una noche que yo no podía dormir pues tenía un examen muy difícil de Contabilidad la mañana siguiente. Alrededor de las 2 de la mañana me levanté y fui a la cocina a tomar agua. Cuando vi la hora, rompí a llorar pues pensé que si no lograba descansar, iba a suspender el examen. Regresé a mi cuarto y me volví a acostar. Él debió haberme oído pues vino a mi cuarto y me preguntó qué me pasaba. Yo le dije que iba a suspender el examen. Él me tomó la mano y aunque no recuerdo sus palabras exactas, lo que me dijo me llenó de paz, me quedé dormida y cogí una A en el examen. Él me enseñó a dar lo mejor de mí misma, a poner el máximo esfuerzo en mis estudios y en todas mis cosas, a amar al prójimo por encima de a mí misma y marcó el patrón a seguir para yo saber cómo educar a mis hijos, esos tres nietos que él adoraba. Ellos son la prueba de que su sacrificio no fue en vano. El dejar patria y familia sin saber lo que nos esperaba al otro lado del mar, y después volver a cruzar mar para comenzar de nuevo en los Estados Unidos, valió la pena. Tuvo la recompensa de ver a dos nietos graduarse de Belén, el mismo colegio en que él estudió en Cuba. Pudo ir a la graduación de la universidad de los dos mayores y que orgullo sintió de verlos recibir sus diplomas. Y aunque no va a poder estar presente en la graduación del más pequeño, sé que lo estará en espíritu. 

Él era un hombre muy familiar que le encantaba reunirse con la familia. Siempre me decía que yo había escogido un gran esposo pues quería mucho a Rafael y sé que Rafael lo quería y lo admiraba a él. Ayer fuimos todos a almorzar con mi mamá y después Rafael me dijo, como extrañé a tu papá en el almuerzo. Pero yo sé que él estaba allí presente en espíritu y sé que él seguirá viviendo en el corazón de todos los que le conocieron pues él se daba a querer. Siempre fue un gran amigo, un gran esposo, un gran abuelo, un gran suegro, un gran padre y un hombre de mucha fe y grandes valores. Te quiero papi y sé que te voy a extrañar todos los días, pero sé que ya estás en el cielo donde hay una gran celebración por tu llegada. Y no te preocupes por mami, que la cuidaremos con el mismo amor que tú la cuidabas. Y sé que nos estarás esperando en el cielo y un día volveremos a bailar juntos entre las nubes.

Monday, June 13, 2016

I Choose You

"I promise to be true to you in good times and in bad, in sickness and in health. I will love you and honor you all the days of my life."



My very first favorite movie was "Sleeping Beauty." I watched it for the first time in a Cuban theater, which was a rare treat in 1960s Cuba. I absolutely felt in love with Aurora, the three fairy godmothers and most importantly, the prince that came to rescue the sleeping princess. I have been a romantic at heart since I was a little girl. Even to this day, I'm a sucker for Hallmark movies, and I can spend hours reading romantic novels.

The first time that I thought I was in love, I was just eleven-years-old. I loved him with all the passion of my pre-teen heart. I thought it was very serious, until I met a cuter boy at 12. And then, I kept a very long log of all the boys that I liked, an average of one every three months. When I turned 16, I had my first serious crush which lasted about two years. It ended with a broken heart, but it opened the door for someone much better.

I met my husband when I was 18. At the time, I was still pining for my lost love so I didn't pay much attention to him. We became good friends before Cupid hit us with his arrow. By this time, I had decided that I was wasting my time waiting for my ex-boyfriend to return. And I made the conscious decision that my next love was going to be my choice. I set the bar high: tall and good looking was first on my list; he had to have an education or be in the process of getting one; he had to be Catholic and preferably practicing; a large family was a plus, since mine was so small; he had to be outgoing, a good dancer and smart. He also had to be a gentleman, generous, honest, thoughtful, sensitive and a good friend. And with this list, I set out to find the perfect potential husband, not realizing that he was right in front of my nose.

My eyes were opened during a Valentine's dance we attended in 1981. I was talking to some friends when I heard, "there's Fifo." I turned around and for the first time I saw him on a whole different light. I had gotten used to seeing him with glasses but that night, for the first time, he was wearing contacts. I thought to myself, "he's pretty handsome." I guess he noticed me too beyond the friendship because a few days later he asked me out on a date. In May, I asked him to my prom and the rest is history. We married three years later and this month we are celebrating our 32nd wedding anniversary.


I have been thinking a lot about our wedding lately, probably because we have attended three weddings in the last month. I always feel that weddings are magical. There’s such joy, excitement, and anticipation with weddings. The brides are beautiful, and the grooms are nervous and excited. It’s a gathering of family and friends for a celebration of love and life. I always tear up at weddings; I simply can’t help it. That is why I just can't wear mascara.

When we got married we had a pretty tight budget. One of my biggest regrets is not splurging on a video. Now we have to rely on our memories and the pictures to remember our big day. But it's engraved in my mind like a movie playing over and over again. It was truly a celebration of love, friendship and life. All our friends and family were there, a whooping 300 guests. The invitation was only for the church ceremony. It didn't mention a reception because we simply couldn't afford it. In the end, we decided to offer hors d'oeuvres after the ceremony. So when the mass ended, the guests were invited to proceed to the parish hall. At the time, I was working at a travel agency and the owner gave us some cases of wine as a gift. I'm not sure how the wine multiplied to satisfy all the guests. It was either a repeat of the miracle at Cana or the fact that the wine tasted like mouthwash so after trying it, nobody went for seconds. But in spite of our very tight budget, our pictures are testimony of the joy we felt that day and of how much fun we had celebrating with the people that we loved the most. There was little food but a lot of partying and dancing. And I thank God every day that we are still walking together on this journey called marriage.



I could say that I married my soul mate but I don't believe that there is a soul mate out there for everyone. I believe that finding the right mate is a conscious choice that each person has to make. We can choose to believe in Disney fairy tales all our lives or we can choose to find the person that compliments us the best. Rafael doesn't meet every quality that I wrote on my list but he has the qualities that truly matter: he is honest, sensitive, generous and a gentleman (once in a while). And I definitely married my best friend. He is the first person I call when I have to share good news or bad news. He is the one that holds my hand when I'm sad and hugs me when I cry.

Marriage is not a 50/50 partnership. Marriage is a 100/100 compromise. Each person has to give 100% or it will fail. It took us a while to realize that. Until we did, our marriage was pretty rocky because it was a competition. We always felt that we were giving more than the other one. And it became a struggle in our home. "You are not doing enough..." was a daily litany. When we finally realized that our marriage was an equal partnership and that we each had to give it our all, we began to live in harmony. And even in this harmony, once in a while we are out of tune with each other. We've had our share of issues and plenty of fights. But when we said our vows on June 29, 1984, we meant them for life. We knew that we were entering into a sacrament with God and with each other. So it will take a lot more than a discordant note in our path to break us apart.

So even though I still enjoy watching Disney and Hallmark movies, I know deep inside that love is more than a fairy tale. Every day, I choose to love my husband with all his qualities and flaws. I chose him 32 years ago and if I had to do it all over again, I would choose him again.

"I choose you to love and to hold today and forever." Music & Lyrics by Dante Bantatua